Viaje ligero: Anexo

A modo de ejemplo práctico de todo lo que ha sido descrito a lo largo de la serie, adjunto un archivo con un modelo de una lista detallada de material.

Viaje ligero, parte 8: Miscelánea

Miscelánea: todas las cositas pequeñas que “no pesan nada” pero, al final, todas juntas, sí que pesan y a las que conviene dedicar la misma atención que a las cosas grandes.

Las pequeñas cosas presentan un problema propio: como son pequeñas, nadie les hace caso; y se corre, más que con ninguna otra, el riesgo de echarlas al equipaje sin darles importancia. Por favor, lean…

Viaje ligero, parte 7: Herramientas y Repuestos

Herramientas y repuestos, cosas metálicas que pesan un montón. El potencial para cargar mucho peso de dudosa utilidad es altísimo, reforzado por el típico miedo a no llevar algo necesario en un tema a veces tan sensible.

No soy experto en mecánica y estoy seguro de que en este tema se podría afinar algo con el peso cargado en función de los conocimientos que a mí me faltan. En todo caso, me permito algunos comentarios desde el punto de vista inocente del profano que intenta aplicar sentido común.

Viaje ligero, parte 6: Ropa

La ropa: necesitamos que nos permita hacer frente a todas las situaciones razonablemente esperables con seguridad y confort pero no vale llevar todo el armario. La mitad del armario, tampoco. Hay que hilar fino para conseguir los objetivos con el menor peso y, cómo no, aceptar algún que otro compromiso del que, quién sabe, quizá podamos llegar hasta a disfrutar…

Viaje ligero, parte 4: cocina

En el tema de la cocina, el lastre principal es la ortodoxia urbana. Necesitamos saltárnosla pero… con fundamento.

Para cocinar, necesitaremos no sólo cacharros de cocina: también un combustible y un hornillo donde quemarlo. Todos estos elementos están inter-relacionados.

Viaje ligero, parte 3: el empaquetado del equipaje

No es sólo el contenido sino también el contenedor lo que importa. Primera gran cuestión: las bolsas y alforjas para bicicleta suelen ser escandalosamente pesadas y complejas; conviene elegir versiones lo más simples y ligeras posible; la diferencia puede ser grande. El otro tema relevante es la variedad, número y distribución de esos contenedores: cuántos, de qué tamaños y colocados dónde.

Viaje ligero, parte 2: el saco de dormir

El saco es uno de esos elementos en los que hay poco que descubrir: el rendimiento aumenta con la calidad y la calidad va en proporción al dinero que cuesta. En otras palabras, para conseguir un saco de alto rendimiento (que aísle mucho y pese poco) hay que invertir dinero y el resultado está en relación bastante directa a la inversión.

Viaje ligero, parte 1: el sistema de acampada

Las tiendas de campaña tradicionales son muy pesadas. En general, están sobre-construidas y utilizan materiales poco óptimos. Y no digo «malos» sino «poco óptimos». Hay todo un mundo ahí fuera en lo que se refiere a tiendas construidas pensando en hacerlas lo más óptimas posible para usos como el que aquí nos ocupa y que está fuera de los circuitos comerciales (e informativos) tradicionales.

Equipamiento

Al plantear el equipo que llevar en un viaje a tal lugar como Mongolia, hay dos factores que se convierten en premisas básicas: autonomía y ligereza. Siempre lo son pero adquieren protagonismo especial en un sitio en el que las infraestructuras son escasas. Además, ambos factores son interdependientes: la necesidad de autonomía eleva a imprescindible la atención al peso.